Había más de 80.000 espectadores en el estadio Polo Grounds, de Nueva York, el 14 de septiembre de 1923. Por primera vez un latinoamericano aspiraba a conquistar el título mundial de los pesos completos, pero la parada era bravísima para Luis Ángel Firpo. Al campeón, Jack Dempsey, le decían "El Asesino de Manassa". Le había arrebatado la corona a Jess Willard y tenía fama de invencible. ¿Cómo doblegarlo, y más en condición de visitante?
Cuentan las crónicas -y lo reafirmó el propio Firpo- que el managerTex Rickard lo embarcó en una agotadora gira, con varios combates programados, poco antes de la pelea con Dempsey. Firpo subió al cuadrilátero del Polo Grounds lejos de su mejor condición. Pero...
El primer round fue uno de los más apasionantes de todos los tiempos. De movida Firpo mandó a Dempsey a la lona, pero el campeón se recuperó y derribó ¡siete veces! al "Toro Salvaje de las Pampas". De pronto, cerca de las cuerdas, Firpo acertó un derechazo histórico, Dempsey voló entre las cuerdas y se golpeó la cabeza contra la máquina de escribir de un periodista. Entre 14 y 17 segundos estuvo el campeón fuera del ring, hasta que volvió con ayuda. Insólitamente, el árbitro Johnny Gallagher no decretó el KO.
Repuesto, en el segundo asalto Dempsey volteó repetidamente a Firpo -le pegaba cuando estaba en el tapiz, intentando erguirse- y finalmente Gallagher paró las acciones a los 57 segundos. Desde ese momento se habló de la revancha, pero nunca se concretó. Dempsey perdió la corona a manos de Gene Tunney y Firpo se retiró poco después. "La pelea del siglo" ya era leyenda.